Todo lo que necesito está dentro de mi

Adaptación del artículo "Todo lo que necesito está dentro de mí", del libro FE QUE SANA de Felipe Matto y Samuel Stamateas.

Todos sabemos que para extraer los minerales más valorados hay que excavar a grandes profundidades y llegar prácticamente a las entrañas mismas de la tierra.


Lo mismo ocurre con algunas frutas a las que hay que exprimirlas hasta lograr sacar su exquisito jugo, y lo mismo pasa con un instrumento musical al que hay que tomarlo y ejecutarlo de la manera correcta para lograr obtener de él melodías armoniosas.


Así como las frutas, los yacimientos mineros y un instrumento, el ser humano, en su interior, está lleno de grandes riquezas y de un gran potencial. El gran problema es que muchas veces muchos no lo saben, porque creyeron las mentiras que les dijeron, mentiras como: “No servís para nada”, “Para que vas a ir a la escuela si no lo vas a lograr”, “Tus abuelos fueron pobres, tus padres son pobres, vos vas a ser pobre”, “Esta enfermedad mató a todas las mujeres de la familia, ¿vos por qué crees que no te va a tocar?”, “Sos mujer, no opines”.


Muchas personas fueron creciendo con estas declaraciones que sus familiares, amigos, conocidos, vecinos, etc., les fueron sembrando en su mente desde su más tierna infancia. Por ese motivo, creyendo esas mentiras dejaron dormir su potencial.


Por eso tenemos que cambiar esas semillas negativas y sembrar en nosotros nuevas, mejores y más positivas semillas. Luego tenemos que activar y cuidar estas semillas para que puedan crecer.


Porque si bien las semillas tienen vida latente, para llegar a ser planta o un gran árbol y dar su fruto, necesitan de un agente externo a ellas, ser plantadas en buena tierra y tener un sistema de riego constante. En pocas palabras, a la semilla hay que regarlas día a día para que su crecimiento sea completo.



Tenemos que descubrir cuál es la semilla, cuál es el potencial que tenemos dentro, porque semilla que no se siembra, se pierde y potencial que no se descubre y utiliza, se atrofia.


Algunos descubren su potencial ante un agente externo, que actúa como un disparador, sea este disparador una enfermedad, un accidente, una pérdida o un problema. Sólo aquellos que no se rinden ni deprimen, que logran ponerse de pie para enfrentar al problema y vencer, llegan a su meta y descubren que tenían un potencial dormido dentro de ellos.


Otras personas, en cambio, no pasan por situaciones adversas, pero también son portadores de un potencial, el cual necesita también de un agente externo. Ese agente puede ser un sueño, una meta, pero ¿cómo alcanzarlo cuando les han dicho desde chicos que no se podía?


Se llega con la ayuda de un mentor, no de alguien que esté igual que nosotros, en la misma carrera, sino de alguien que ya superó obstáculos, alguien que esté más adelante en la carrera, alguien que ya alcanzó eso que nosotros queremos alcanzar.

No cualquiera es mentor y el mejor consejo es el que viene de alguien que ya alcanzó el éxito en eso mismo que estamos buscando.

¿Cómo encontrar el mentor? Dice el refrán oriental: Cuando el maestro está preparado, el alumno viene solo. Y otro refrán dice: Cuando el alumno está preparado ¡el maestro viene solo!


Como sea, que vayamos o que venga, el mentor será alguien que ya llegó al lugar al que queremos ir.


Necesitamos mentores para alcanzar nuestros sueños. Hay que acercarse a las personas que han despertado su potencial, localizarlos y tratar de aprender de ellos. No tener vergüenza de preguntarles cómo lograron vencer los obstáculos, aceptar los consejos y las correcciones de nuestros mentores, hacer oído sordo a toda palabra que diga que es imposible, porque siempre nos vamos a cruzar en el camino con personas con la facultad de colocar palos en las ruedas.


Recordar que hay metas y sueños para alcanzar:


“Una persona que tenga una meta muy clara, conseguirá avanzar incluso en las condiciones más difíciles.

Una persona que no tenga ninguna meta no conseguirá avanzar ni siquiera en las condiciones más favorables” THOMAS CARLYLE.

Dice una historia que dos ranas cayeron en un enorme cubo de nata en una lechería. Una le dijo a la otra:


-Es mejor que nos demos por vencidas, estamos perdidas. No podremos salir de aquí.

-Sigue nadando – le dijo su compañera-. Conseguiremos salir de alguna forma.

-Es inútil – chilló la otra-. Es demasiado espeso para nadar, demasiado blando para saltar, y demasiado resbaladizo para arrastrarse. Ya que de todas formas voy a morir, es mejor que sea ahora.


Y dejándose caer, murió ahogada. Su amiga, en cambio, siguió moviéndose intentando nadar, sin rendirse. Cuando se hizo de día, se halló encima de un bloque de manteca que ella misma había batido. Y allí se quedó, sonriente un buen rato, mientras se comía las moscas que llegaban en bandada en todas las direcciones.


Creer que podés conseguir algo, es el primer paso para que suceda así. Todo lo que necesitás está adentro tuyo. Apple y Microsoft, antes de empezar a ser, estaban adentro de Steve Jobs y de Bill Gates. Ellos sólo las sacaron afuera, sembraron las semillas y las regaron hasta que las empresas que tenían adentro crecieron hasta lo más alto.



Tenés que descubrir qué semillas llevás dentro, si de empresario, artista, político, profesional, etc., etc. Y una vez que las descubras, tenés que creer que ese potencial está en vos, y una vez que lo creas, sacarlo de tu interior hacia afuera, para que puedas empezar a recorrer el camino que conduce a la realización de tus sueños.


Adaptación de Hugo y Carla Bernachea basada en el libro FE QUE SANA, de Felipe Matto & Samuel Stamateas

fuente: http://www.mundoeva.com/reflexiones/74-fe-que-sana

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Bernardo Stamateas - Los "NO" que te sanan

No estamos culturalmente acostumbrados a manejar los "NO", decir "NO" nos da verguenza y no nos resulta cómodo, pero si querés alcanzar nuestras metas en la vida, vencer complejos, ser libres de los tóxicos y vivir en libertad, tendremos que empezar a acostumbrarnos a manejar esta palabra tan poderosa !

• No idealizar a nadie.

Al idealizar colocamos a la persona en un rol superior y nos achicamos, de esa manera nos hacemos vulnerables y quedamos expuestos a que el otro nos hiera.

Si nos conectamos con gente (cualquiera sea el lugar que la persona ocupe) debe ser de igual a igual, porque ponerse arriba es un acto de soberbia y por debajo es para ser humillado.

En los seres humanos surge la necesidad de idealizar y debemos saber que todos venimos del mismo tronco y todos somos iguales.

Todas las personas tienen alguna falla y no debemos idealizarlas. Hasta los grandes de la historia y aún los santos de la Biblia fueron gente con fallas como cualquiera de nosotros.

Necesitamos mentores.

Para alcanzar nuestro propósito necesitamos mentores. El idealizar o admirar no nos da las fuerzas para cambiar; en cambio unirse al que nos inspira, al que va adelante para guiarnos en la carrera producirá cambios en nuestra vida.

El inteligente aprende de sus errores, el sabio del error de los demás.

Un mentor es el que ya alcanzó el sueño y está puesto para que lo obedezcamos y aprender de él.

Debemos buscar mentores en lo espiritual, en lo familiar, en lo económico.

Un mentor no se elige por amistad o comodidad, es el que nos calificará y hará avanzar hasta el próximo nivel.

En la multitud de consejos está la sabiduría , dice la Biblia.

El consejo siempre vendrá de la boca de un mentor, la opinión de la boca de un par.

Cuando busques un consejo no le preguntes al que está como vos sino al que logró más.


• No reaccionar a las palabras de la gente.

Hay palabras que llegarán para lastimarte y provocar una reacción a ese mensaje que te envían. Las personas que pronuncian esas palabras se llaman en psicología, gente tóxica:

- El ofendido. Es el que con una palabra o conducta se ofende y de esa manera manipula. Trasmiten un mensaje: " Depende cómo te comportes, así yo estaré" , para que los demás estén expectantes de él.

- El que tira y corre. Es el que pasa, tira un misil y sigue de largo porque busca tu reacción.

- El que triangula. Es el que lleva y trae, te mete en el medio de una discusión que no te corresponde, para que tomes partido y salgas en defensa de alguna de las partes.

- El psicópata. Son los que felicitan y descalifican al mismo tiempo.

- Los reaccionarios. Les gusta discutir, criticar y están buscando que te enganches para perder tiempo.

Debo reaccionar a la voz de todo lo que es bueno para mí.

Para caminar en sanidad, no reacciones a las palabras de la gente. Muchas personas escuchan que pueden prosperar o sanar y no creen, pero si alguien los insulta inmediatamente reaccionan con una velocidad instintiva.

"En paz me acostaré y así mismo dormiré porque tu me haces vivir confiado",dijo David en medio de una guerra. Una palabra de Dios le permitió que pudiera dormir, porque la Palabra afirma y da estabilidad en medio de la batalla.

• No esperar nada de nadie.

Si las expectativas las ponemos en la gente tendremos frustración porque un día responden bien y otro día mal. No hay nada más variable que las emociones humanas.

Por ejemplo, cuando esperas que alguien te ayude, te llame, te acompañe y eso no sucede, entonces quedás frustrado.

La gente nada te puede dar por eso no esperes nada de nadie.

No esperes nada porque la gente nada te puede dar. Todo lo que recibas es un "extra", un "bonus track" y deberías tomarlo como tal.

Caminarás en victoria cuando seas libre de la gente.

• No compararse con nadie.

No te compares ni permitas que lo hagan porque no necesitas ser como nadie ni ganarlo.

La personas con problemas de estima vive comparándose: "vos tenés marido, hijos y yo no"; "vos trabajas tanta horas pero yo trabajo más".

Todas las bendiciones tienen un nombre, debes capturas y disfrutar las que tienen el tuyo porque fueron creadas para vos.

Éxito es creer las promesas y tomarlas, porque estás diseñado para ello.

Josué entró en la Tierra Prometida porque en su nombre tenía la fórmula: significa "Jehová prospera".

Su papá era Nun: "Doblemente prosperidad". De la familia de José: "Aumento"

De la tribu de Efraín: "Prosperidad salvaje".

No le podía ir mal a Josué porque su nombre lo determinaba.

No demuestres nada a nadie, creé solamente en que lograrás todo aquello en lo que te determines.

• No fusilar a los demás.

No tomes como personal lo que te digan otros. ( "Alguien me dijo, que aquel dijo que el otro hablo
Si te rechazan no lo asumas como personal, es que hay algo que motivó a hacerlo, quizás la persona fue lastimada entonces va a lastimar por su propio conflicto.

No te apresures.

• No valorar el dolor.

Sacrificio, vergüenza, son palabras para sacar del vocabulario.

No sacrificio, sí esfuerzo. Sacrificio mete culpa, reclama, trasmite una imagen de debilidad, en cambio esfuerzo da fortaleza.

La religión ha enseñado, equivocadamente, que el dolor es parte del crecimiento, que purifica y nos acerca más a Dios, pero no es así. El dolor no viene de parte de Dios.

En México, cuando pedís algo a alguien responden: "¡Mande!"

En Estados Unidos dicen: "¿En qué puedo ayudarle?"

Los latinos tenemos concepto de servilismo, porque los que colonizaron estas tierras enseñaron a los propietarios, a los indígenas, que era malo tener sueños, visiones; que era pecado, por lo tanto no tenían que avanzar ni crecer.

¡Voy a liberarme de todos los sufrimientos! Caminaré sin culpas.

Las personas que se criaron en familias donde siempre pasó algo sienten culpas por todo. Por ejemplo:

-Los niños que ven a sus papás pelear, separarse o la madre quedó viuda se activa un mecanismo psicológico y piensan que fue provocado por ellos.

-Personas que no pueden disfrutar de nada, se adjudican todas las desgracias porque les trasmitieron: "Está bien lo que hiciste pero te falta un poco más", "Podrías hacer un poquito más". ¡Siempre les falta algo! Ni siquiera disfrutan lo que Dios les da.

-Otra que en vez de ser contenidas en las dificultades sienten que lo de ellas no tiene importancia porque se encargaron de trasmitirle un mensaje: "Lo que me pasa a mí es peor que lo tuyo"; "Tu dolor no es importante, el mío es mayor."

Tenemos derecho a disfrutar de lo bueno.

• No ponerse en víctima.

Cada uno tiene el control remoto de sus emociones y pensamientos y decide qué sentir, pensar y ser feliz.

" El día me puso mal ", es que colocaste tu sentir interno fuera de vos.

No entregues el poder de tus emociones a los demás porque serás un títere en sus manos; nadie podrá lastimarte si no le das permiso, ni ponerte negativo excepto vos mismo.

¡Recuperá el control remoto de tu vida!

• No querer cambiar a nadie.

No gastes tus energías queriendo cambiar a tu esposo, esposa, suegros, hijos, porque si la persona no quiere no cambia.

Al pretender cambiar a alguien se activa en la persona un mecanismo que hace que se resista. Nadie puede cambiar a nadie, ese es trabajo de Dios.

La mejor manera para que el otro cambie es no queriéndolo cambiar.

  • No vivir más de limosnas.

Las mujeres que están con cuanto hombre se les cruza, los varones que viven una constante promiscuidad, los que se drogan, los que están malhumorados, con depresión están viviendo de limosnas. Necesitan un "te quiero", una mirada de aprobación, una caricia (aunque sea un golpe), pero necesitan algo para sentirse vivos, una limosna.

Hay que quebrar el sistema de limosnero.

Mucha gente vivió lisiada en los afectos, castrada en los sueños más profundos, con intento de suicidio u homicidio, no tuvo un centavo en su bolsillo , pero tienen que saber que siempre hay una salida y esa salida tiene nombre.

Jesús sanaba enfermos y lisiados dice la Biblia, muchos de ellos eran limosneros y antes de sanarlos físicamente los sanaba interiormente. Tenés que sanar interiormente, ser libre de las limosnas, ser libres de los demás, de lo que opinan los demás, alejarte de la gente tóxica y empezar a vivir en libertad y victoria.


Por Bernardo Stamateas

fuente: http://www.mundoeva.com/index.php/salud/9-psicologia/57-mundoevastamateas


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