200 bailarines irrumpieron en un baile coreografiado en la estación central de trenes de la capital de Bélgica. La brillante coreografía acompañada por la canción Do-Re-Mi, de la película La Novicia Rebelde fue más que una agradable sorpresa que puso una sonrisa en el rostro de los pasajeros que transitan allí diariamente.